Tercer concurso
Décima al filo
Martha Rosa
Fernández,
Gran Premio
Por Modesto Caballero Ramos
Foto: Tamara Gispert
En el recién finalizado III concurso nacional Décima al filo, en que participaron 19 cuadernos correspondientes a igual número de poetisas de varias provincias del país, Martha Rosa Fernández Salgado (Las Tunas, 1961) se alzó con el Gran Premio con su obra Espuma y azar. El jurado la seleccionó por unanimidad tomando en cuenta los altos valores poéticos de los poemas, dominio de la forma y el uso del lenguaje tropológico, con el que logró imprimirle al conjunto de 18 décimas un alto vuelo poético.
Se trata de un fragmento de su libro inédito del mismo nombre. La poetisa penetra en el mundo místico de varias culturas milenarias, como la budista, la hebrea y la griega, y se las arregla para salir airosa en medio de un campo minado y trillado en las dos últimas décadas, en que se ha venido desarrollando el interesante movimiento de revitalización de la espinela. Caso interesante el de Martha Rosa: Es la primera vez que participa en un concurso literario. Antes de incursionar en la poesía para adultos, lo había hecho en la literatura infantil. Pronto saldrá publicado su libro para niños Travirrumba, por
Por lo menos media docena de los cuadernos concursantes tenían suficiente calidad para alzarse con el Gran Premio, incluyendo el de la ganadora de la anterior edición, la multipremiada en diferentes concursos nacionales y provinciales de décima, la villaclareña Caridad González, quien esta vez no quedó fuera de los galardonados, al obtener el premio “Mundo nuevo”, que patrocina el destacado joven plástico guaimareño Eriennis González.
Martha Rosa, Doctora en Medicina, ha mostrado con esta breve obra, que una nueva e interesante voz le ha brotado a la décima cubana. Sea bienvenida a la gran ola que avanza a lo largo del país, no como espuma y azar, sino cual savia vital y certidumbre, como podrá ser confirmado con los poemas que a continuación les brindamos.
AZAR
Ser canción es el latido
que me exime de esta vida
qué naufragio del suicida
yo comparto este gemido
del miedo no está perdido
el amor es un travieso
niño que se queda preso
mientras muere de ansiedad
el afán es mi verdad
quien me sentencia es un beso.
PENUMBRA Y MADERA
Clitemnestra
¿qué te vuelve tan altiva
por qué desprecias la lumbre
que te sirve? ¿es la herrumbre
la que te tiene cautiva?
esperar te vuelve esquiva
y la vocación del fiel
no es tu torre de Babel
eres penumbra y madera
te consumes en la hoguera
arde tu cuerpo y tu piel.
la escarcha de tu mirada
le quita el manto al mendigo
las brumas se van contigo
cubren tus ojos en cada
falsedad de la estocada
es una piedra en tu fuente.
boca que derrama y miente.
veneno que se apresura
en la cosecha, se augura.
sangre y polvo en la corriente.
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