Cuba Ala Décima

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viernes, junio 15, 2007


Arístides
Valdés
Guillermo,
las palabras y el poeta

En el ya próximo mes de julio, verá la luz por la Editorial Capiro, de Villa Clara, el poemario Meditaciones del náufrago, con el cual Arístides Valdés Guillermo (Corralillo, 1960) ganó el premio de décima en el concurso Fundación de la Ciudad de Santa Clara el pasado año.

Arístides es médico y recientemente regresó de una misión como trabajador de la salud en Venezuela. Como poeta es ya conocido y reconocido en la décima cubana actual: ha publicado los poemarios Las puertas de cristal (1992), El príncipe de bruces (1997) y Esbozos con figura de muchacha (1999), y ha sido incluido en varias antologías. Entre los reconocimientos antes recibidos por su obra poética, estaba la mención obtenida en el 2002 en el Premio Iberoamericano Cucalambé y el Premio Ala Décima 2003.

Como adelanto de Meditaciones del náufrago, aquí está el poema con que Arístides abre el volumen.


MARTIRIO DE LAS PALABRAS Y EL POETA

¿Qué haré yo con las palabras
que un día irán, conmovidas,
a yacer, como aturdidas,
en el libro que tú abras?

Oh, muerte andante que labras,
inexorable, tu osario:
¿cómo será el campanario
que a tu sombra se disputan,
si a su olor ya le tributan
un sufrimiento diario?

Aunque con paso silente
caminas, ebria la capa,
no ignoras que nadie escapa
de tu abrazo irreverente.

Quizás tu rostro indolente
ya tenga dispuesto un nicho
que, tapiado a tu capricho
cuando el tiempo te interrogue,
detrás de su encierro ahogue
las palabras que aún no he dicho.

Tú, con su coraje a cuestas,
dudas, resbalas, no asciendes
y, demorándote, aprendes
de memoria tus respuestas.

Tú, que ataviada le restas
un aullido a la zozobra,
sabes que la luz que cobra
cada verso, cuando existe,
sólo será con la triste
lamparita de tu obra.

Alguna vez, con tu aliento
rozando el grito de un hombro,
te harán dueña de su asombro
las palabras que sustento.

Aguarda tú ese lamento
con que el aire te convida,
que yo, muriendo la vida
de la voz que en mí se hospeda,
distanciaré, mientras pueda,
su fervor de tu mordida.

Para comunicar con el autor vía email: aristides@maceo.ijv.sld.cu

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