Tony Borrego,
Terrenal

La Editorial Sanlope le había publicado en 1991 su primer poemario: Doy gracias a Dios de ser ateo. En 1992, con su decimario Terrenal, que obtuvo primera mención en el concurso nacional Cucalambé de aquel año, Antonio Borrego Aguilera (Las Tunas, 1962), se confirmó en la avanzada de los poetas tuneros que abrían camino a la revitalización de la poesía escrita en estrofas de diez versos. Hoy Tony sigue siendo uno de los más destacados poetas de esa provincia, y la Editorial Sanlope le publicó en el 2006 Ovejas y demonios, conjunto de sonetos y poemas en versos libres.

De Terrenal, traemos a nuestra página un estremecedor texto que recontextualiza el conocido tema martiano de la bailarina española, facturado por Tony en la variante de la décima-romance, sobre la cual había llamado la atención en 1971 el maestro Adolfo Martí Fuentes en su poemario Alrededor del punto, premio de décima entonces en el concurso 26 de Julio.

PARÁFRASIS SOBRE LA QUE DANZA UNA BAILARINA

Hay baile, vamos a ver
comentan los caballeros.
Hasta los reyes de España
pagarán el castañeo.
La bailarina se ajusta
el pudor como un convento;
ah, pero su alma mestiza
queda desnuda en silencio.
Se fue corriendo a las tablas
con un arsenal de miedo.

Echa los flecos de luces
multicolores a un lado
y en su cabeza de reina
por corona lleva un lazo.
Castañuelas y tambores
le suben como un orgasmo.
Baila como una ramera
que perdiera a su mulato,
en un solar de Sevilla
por un cuchillo afilado.

En su paisaje de hembra
languidece el alboroto.
Se queda tenue y sencilla,
baila despacio el asombro.
Recoge con las dos manos
el manto de flecos rojos.
En movimiento de tules
flota como un abandono.
Cae, la gente de pie
penosas ante el bochorno.

Las luces se van perdiendo
y la gente aplaude y llora.
Ella se quita la manta
y las saluda sin ropas.
Más desnuda que la muerte
baja su cara llorosa.
Rueda el telón de franela
y un hombre queda en la sombra,
con la muchacha desnuda
y el alma trémula y sola.