Por culpa
de Vilaseca,
mueren de envidia poetas
del XVIII español
Por Pedro Péglez González
Como es sabido, tras el auge alcanzado por la décima en el XVII —Siglo de Oro español— vino el declive. La siguiente centuria fue testigo de un casi total abandono de la estrofa, a causa, sobre todo, de su abusivo empleo para temas jocosos de poca monta, lo que motivó el desdén —erróneo, por supuesto— de la mayoría de los poetas "cultos".
Si José Antonio Vilaseca (Guanabacoa, 1963) hubiera vivido —y escrito— en
De todo esto da fe El libro de los cánticos (Editorial Unicornio,
Así, en su Cántico 151/ Oración por las esperanzas idas, dice: Pensé volar al deshielo/ de la mugre que me amarra/ al péndulo de una garra/ llovida en el desconsuelo/ creí volcar en el cielo/ mis danzas de lo caído/ el cáliz de lo sufrido/ multiplicado entre dos/ y no sabía que Dios/ me odiaba por aturdido.
Que un decimario gane un certamen de poesía en general habla mucho de la altura estética alcanzada —ya desde fines de los 80 y sobre todo desde los 90— por la estrofa nacional. Pero que tal resultado se obtenga con una obra de propensión burlesca, revela haber aceptado antes un difícil reto, del cual su autor ha salido holgadamente airoso.
Como en toda buena obra humorística, hay aquí un trasfondo de valor humanístico. En su poema titulado Cántico 167/ Plegaria pidiendo huesos nuevos/ (Tengo una artritis...) critica las conductas humanas no concordantes con el nivel de civilización alcanzado por el hombre: Qué sé yo no evoluciono/ luzco gorila raquítico/ ¡aleluya el Paleolítico!/ me narcotiza el ozono/ perdí las luces soy mono/
Vilaseca había merecido, también en 1999, el Premio Farraluque de literatura erótica con décimas aquí incluidas. La embestida disparatada e hilarante contra la rigidez o la desmesura en la actitud ante lo sexual halla en este libro su espacio. Veámoslo en una de las décimas del apócrifo titulado First and última letter del apóstol San Candela to the egipcios, donde el figurado santo se dirige a los pecadores:
¿Qué os diré? si sois culpables/ de un colmenar de embarazos/ contranatura si a plazos/ semen vendéis en amables/ falos corsarios mutables/ three hundred seven pulgadas/ de santidades aladas/ the knives are very enormes/ si os fuisteis tras fusiformes/ caídas descortinadas...
Con El libro de los cánticos no sólo se prestigia el referido certamen,
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