Alberto Peraza
y sus Sobornos
Quién viene a tocar mi puerta
con pasos que no conozco;
ni yo mismo reconozco
a Esperanza,
si ya muerta
es una pared incierta
entre mi casa y el mundo.
Trae ojos de vagabundo,
la piel manchada de sed:
ella, tú, alguien, usted;
rivalidad de un segundo.
Quién abre de un golpe leve,
quién obliga la mirada,
quién vuelve resucitada
con manos de cuento breve.
Quién se fue a violar la nieve
antes que el cielo se hunda,
quién dejó su ala profunda
y olvidó la otra mitad.
Esperanza es libertad
y la libertad no abunda.
Quién muere y no cree su muerte
"porque la muerte no existe".
El hombre es un canto triste
que se ha inventado la muerte.
Esperanza, para verte
dejé la puerta entreabierta:
naufragio con la cubierta
sin bandera y sin abismo;
Esperanza soy yo mismo
tocando en mi propia puerta.
1 Comentarios:
A la/s 1:49 p.m., Luis Font dijo...
Saludos Alberto Peraza de Luis Font
Mi correo: elcubano424@gmail.com
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