Cuba Ala Décima

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miércoles, marzo 21, 2007


VII concurso Ala Décima

Pedro Juan Medina,
tercer premio

El cuaderno Las madrugadas del errante, de Pedro Juan Medina (Trinidad, Sancti Spíritus, 1976) mereció el tercer premio en el VII concurso nacional Ala Décima 2007. Con el poema que da título al conjunto, su autor había obtenido en el 2006 el principal galardón de la especialidad en el XXVII encuentro nacional de talleres literarios, celebrado en Ciego de Ávila.

En 2005 Pedro Juan había alcanzado el segundo premio en el V concurso nacional Ala Décima con su cuaderno Otra ciudad se deshila, y el Premio Décima Joven de Cuba por su libro Techo infinito, recién publicado por la Editorial Sanlope. En todos estos resultados, desde luego, se refleja su formación como activo participante del movimiento de talleres literarios en su provincia natal y también en la capital del país, durante su etapa de estudiante en la Universidad de La Habana.

Textos suyos aparecen recogidos en revistas y selecciones, entre ellas la antología Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica en Cuba, preparada por Waldo González López y publicada por Ediciones Ávila en el 2002.

Ofrecemos uno de los poemas del conjunto Las madrugadas del errante, galardonado con el tercer puesto en el recién concluido VII concurso Ala Décima.


UN PIÉLAGO EN LA MIRADA

Para Ernest Hemingway

I
Incierta el ancla camina
bajo el secreto del agua.
Entre sus párpados fragua
el oleaje una mezquina
sombra que lenta se inclina
hacia el poniente, una red
de memorias a merced
del tiempo sangra la arena,
y el mar (insondable hiena)
devora insulsa otra sed.

II
Invoca la luz y un faro
de espaldas le sonreía;
enlútese la bahía:
quién rema hacia el desamparo,
si el salitre fue un disparo
contra el hombre y su desvelo
lo sabe. Surcan un vuelo
grises gaviotas que en cada
tempestad una carnada
tiran en busca del cielo.

Precipitaba un revés
sobre el brío de sus huesos,
relampagueaban los gruesos
colmillos del otro pez.
Abrazó la pavidez
con fuerzas, cedía inerte
ante la cruz cuanta suerte
de los remos se alejaba.
Entonces vio que sangraba
por sus párpados la muerte.


Puede comunicarse con el autor mediante la dirección email gast.palmares@enet.cu

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