José Manuel Espino:
“No soy de los
que escriben para sí”
Prosigue
“José Manuel Espino Ortega nació en Colón, en 1966, y a poco de cumplir los 40 ya tiene más de diez libros publicados. Conversador como pocos, Espino Ortega es un auténtico promotor cultural, con gracia natural para llegar a todos, y en particular a los más jóvenes.
“Aunque licenciado en Economía, su atracción por la literatura lo ha llevado, al cabo de los años, a integrar
“Su habitual tono campechano no confunde a quienes lo rodean: Espino conoce muy bien las razones que lo impulsan a crear continuamente: «No soy de los que dicen que escriben para sí; yo lo hago para el otro, con absoluta fidelidad a mis pensamientos y principios, pero siempre pensando en emocionar. Me percato de que hay enorme avidez en
“Entre sus títulos más entrañables se encuentran Sueño de una noche de verano (Ediciones Matanzas, 1989), Barco de sueños (Ediciones Unión, 1995) y El libro de Nunca-Jamás (Editorial Gente Nueva).
(…) “Numerosos ha sido los premios nacionales obtenidos por Espino Ortega en talleres literarios, la cuna de muchos jóvenes autores como él.
Cuba Ala Décima ofrece un poema en décimas endecasilábicas de José Manuel Espino.
DÉCIMAS PARA EL ENEMIGO
Me sentaré a la puerta
de mi tienda para ver pasar
el cadáver de mi enemigo.
Proverbio árabe
Quizás no sea verdad que mi enemigo
tropieza tantas veces con la escarcha,
que no tiene un candil para su marcha,
quizás no sea verdad que yo maldigo
la puerta que se abre y le da abrigo,
quizás no sea verdad este desvelo
escondiendo sus llaves con recelo
de que pueda llegar la primavera
y nos sorprenda juntos en la espera
de borrar para el otro todo el cielo.
Pero es tan sólo un sueño. Mi enemigo
cruzaba un puente muy alto, muy alto.
Iba a caer y un largo sobresalto
impidió su morir sin más testigo
que la noche cerrada y su enemigo
con sus trampas, con esas trampas mías
de ir ganando levísimas porfías,
de ser el vencedor cuando más pierdo,
cuando falsificamos el recuerdo.
Pero es tan sólo un sueño: Trampas mías.
Pobre del enemigo si me asecha
y jura romperá cualquier abrazo
en el juego sutil de su rechazo:
Mordaz obstinación. Mordaz sospecha.
Pobre del enemigo en cada brecha,
en cada tempestad que le prodigo,
ignorando que en su pecho prosigo
con tantas dudas siempre sobre mí
buscando al enemigo que perdí
para encontrarme de una vez conmigo.
Más información sobre este autor puede obtener en el sitio cultural de Matanzas, haciendo click aquí:
http://www.atenas.cult.cu/libro/espino.php?14
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