en sus Marcas de agua
El libro se presentará el próximo sábado, día 9, en la tertulia Lira y Verso
Por Pedro Péglez González
Hace años un amigo, especialista en Literatura de los buenos, me habló de ciertos poemarios que, aunque no alcanzan un premio por esos azares que acompañan siempre a los certámenes, quedan de finalistas, discutiendo el máximo galardón, en varias competencias literarias con jurados diferentes. Con su proverbial gracejo, el amigo me decía que esos libros “traen ruido” y hay que buscar el modo de acabar de publicarlos.
Eso justamente es lo que ha pasado con el libro Marcas de agua, de Luisa Oneida Landín, que en el 2005 anduvo por aquí y por allá probando suerte, para quedar a la larga de mención en el concurso Benito Pérez Galdós de
Poemario de hondas resonancias dulcemarianas, tamizadas por una voz muy personal que no rinde fácil culto a la autora de Jardín, sino que la reinterpreta, luego de una asimilación muy intensa, desde su propio recinto -pleno de angustias vivenciales y delicado a un tiempo-, para alzar sin ambages las cicatrices, todavía dolientes, como trofeo de su altivo decurso por la existencia. Eso es Marcas de agua, que no de balde ni por azar llamó la atención de especialistas evaluadores en certámenes tan diversos.
Por ventura, el “vía crucis” de esta obra en su tránsito hacia la permanencia -o al menos hacia todo lo permanente que puede resultar un poemario gracias a su aparición en letra impresa con tirada de 500 ejemplares- ha concluido con su reciente y feliz puesta en papel por la guantanamera Editorial El Mar y
Aunque predomina en el volumen la poesía en versos libres, su autora incluyó décimas octosilábicas como las que al final ofrecemos, con la curiosa disposición ya empleada por ella en otras ocasiones. Con ese poema mereció Luisa Oneida Landín Ramos (Jibacoa,
Oneida es miembro del Grupo de creación poética de
MARCAS SOBRE EL CALENDARIO
(Fragmento)
es laberinto o lo mismo por donde el sol se me escapa
es cierta idea que atrapa la razón de este lirismo.
vago clamor eufemismo del bien o del mal que asombre
el derrotero del hombre en su atracción por huir.
mas no sé dónde morir dónde guardaré mi nombre.
oh gélida pared pluma donde se fragua mi suerte
puede que absuelva la muerte esta causa de ser suma.
noche que al reo consuma su inocencia de ser llanto.
lastra su verdad su manto por los caminos del perro
el hombre también es hierro cuando se obliga de tanto.
cuatro sueños. un rincón cama y todo -desde luego-.
el insomnio en su trasiego tiene en la brisa un bufón.
cuatro sueños. no hay perdón para esta noche tan parca
sin letra sin Dios sin arca. mañana no sé quien soy.
por el camino que voy zozobro en la mar sin barca.
zozobro en la mar sin barca por el camino del ido
tengo un viaje prometido a Don Francesco Petrarca.
en calendario sin marca me place volver de donde
la voluntad se me esconde más que un invento nocturno.
ah ya regreso Saturno ¿o soy tu polvo? responde.
2 Comentarios:
A la/s 6:03 p.m., Anónimo dijo...
Para L. Oneida L.
Hola poetisa, Felicidades.
Siempre supe que tu talento, inspiracion y sentimientos llegarian a generar cosas bella. Que mejor forma de sentir y expresar bellesa que la poesia!
Te desea muchos exitos
Tu siempre amigo
Leonardo
A la/s 6:31 p.m., Anónimo dijo...
Hola y DISCULPA,
Un salto del teclado de la "Z" hacia la "S" (justo encima) hace que en el blog anterior "belleSa" no sea presisamente una BELLEZA.
Gracias
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