Luis dialoga
con la vida y el tiempo

Luis Hernández Serrano (Calabazar, La Habana, 1943) dialoga con la vida y el tiempo en estas décimas, que forman parte de su decimario inédito La fábula del olvido, el cual cuenta, nos explica el autor, con carta y prólogo del Indio Naborí.

Licenciado en Literatura Cubana e Hispanoamericana en la Universidad de La Habana, periodista de larga trayectoria en el diario Juventud Rebelde, con varios libros de testimonio publicados, fundador de la Peña de Luis y Péglez y del Grupo Ala Décima, Luis Hernández Serrano es en todo su quehacer un poeta.

Un poeta que espera aún por ver en letra impresa su primer libro de versos, si bien sus textos poéticos han aparecido en publicaciones y antologías. Un poeta que ha tenido una notable evolución, desde aquellas décimas que rozaban el discurso repentista, como la que improvisó un día, para responder un pie forzado que le pusieron en una reunión de periodistas, en el ya lejano 1990: Cuando la décima nace/ de un corazón conmovido,/ el verso con que ha nacido/ sabe muy bien lo que hace./ Es como flor que renace/ en la arena, y desafía/ el rigor de la sequía./ Es como la trunca palma/ que un rayo le quemó el alma/ y le nace penca un día.

De su decimario inédito mencionado al inicio, ofrecemos una muestra. (Foto: Tamara Gispert)

BADAJAZO URGENTE A ORFEO

Ven con tu cítara, corre,
las fieras están más fieras,
y es tiempo de madrigueras
por descubrir. En la torre
(donde la campana acorre),
un badajazo te avisa,
la noche que se desliza
como si Eurídice, ansiosa,
o Calíope, hacendosa,
te llamara. ¡Ven aprisa!

INTERROGACIÓN A AUGUSTO

Augusto, ven a mi mesa,
siéntate, cuéntame todo.
No ocultes de ningún modo
tu pesar. ¿En qué sorpresa
fue más alta tu grandeza?
¿Hay otro siglo encumbrado
como el tuyo? ¿Habrá pasado
un tiempo de tanta espada?
¿Tan de tu mano, elevada,
por sobre el mundo cansado?

EL PRECIO

Hay tanto (y tanto) silencio
que no se oye la vida.
Waldo González

¿Qué es lo que vale la vida?
¿Cuánto al hombre le ha costado?
¡Cuánto a plazo y al contado?
¿Cuál vale más? ¿La vivida?
¿La futura presentida?
¡Cuánta pasión al recodo
del camino! ¡Cuánto lodo!
¿Qué fue del amor perdido
o del odio consumido
si el precio de tanto es todo?

UNA VERJA

(A Flor)

Una verja quedó abierta
para ti. Quedó el aliento
de tu imagen. Quedó el viento
y su sonido. Despierta
sin tu voz está la puerta
que da al amor. Y te vas,
pero con tus pasos das
la sensación de regreso.
La verja aguarda, hay un beso
esperándote detrás.