JENNY Y UNA DÉCIMA DE OCASIÓN

La décima de ocasión tiene su encanto, no sólo en la oralidad -donde rige prácticamente todo su universo- sino también en la escritura. ¿Qué poeta decimista, de la vertiente escrita, no ha “retratado” un instante en una décima?

Y no sólo los poetas. Personas hay que no lo son, y sin embargo, tienen dentro el “ángel de la jiribilla” -con permiso de Lezama- de la estrofa espineliana, que les brota ante determinada circunstancia.

Aquí va un ejemplo: Jenny Padrón Padrón (Ciudad de La Habana, 1974) -hija mía por derecho del cariño- es músico de profesión, graduada del conservatorio Amadeo Roldán y del Instituto Superior de Arte, en violín y dirección orquestal. Ahora, por cierto, anda trabajando por Francia, a donde le envío un beso. Jenny hizo, hace años, un postgrado sobre identidad. Ni ella ni sus condiscípulos entendían nada, y la profesora la sorprendió conversando con sus vecinos de asiento, por lo que le llamó la atención. Entonces Jenny, como única catarsis posible, escribió esto:

La profesora me acusa

de disociar el ambiente

y es que ya tengo la mente

abigarrada y confusa.

Quien las neuronas no usa

pierde toda habilidad,

no entiende de mismidad

ni de cultura un carajo.

Pero es que cuesta trabajo.....

Por fin… ¿qué es la identidad?