Con sus Cuentos de la madrugada
(…) Como si el árbol de la décima en Santa Clara, después de nueve
fructificaciones, comenzara a desgajarse, ahora pierde otra de sus mejores
ramas. Una caída accidental, y otra definitiva, nos deja sin Mérida Canto Alba,
esa amiga que disfrazada de ánima recorría el Museo por las madrugadas. Iba
entremezclando las piezas e inventando «cuentos» para el Catálogo rimado. Tenía imaginación, cultura y sabiduría. (…) Pero
lo que más importa ahora es recordarla. Ella estará en sus textos, inteligentes
aunque no perfectos. He decidido reunirlos en este cuaderno para que perduren.
Muchas personas lo agradecerán. Y la sombra volverá a correr de madrugada tras
los objetos del Museo para seguir revolviéndolos en un cuento rimado que no
tendrá final.
Como adelanto, una de sus estrofas:
Silencio siembra en el mar
la mano que lo depreda.
Sobre pedazos de veda,
ambivalente es crear,
si en la obra de tallar
un encaje, se conjuga
la belleza con la fuga
frustrada, porque contiene
la peineta que detiene
el placer de la tortuga.
RECIENTES EN DECIMACONTEXTO:
- MAGDALENA
TEJE Y VERSA. Comentario sobre encuentro cultural en la Universidad de
Santiago de Cuba, por María Magdalena Cabrera Zamora.
Etiquetas: décima, mujeres, poesía, Santa Clara, tertulia, tributo, Villa Clara
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