
CONFESIÓN
DESPUÉS
DE LA DEMENCIA
DE LA DEMENCIA
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Era
martes, nací un trece en brazos de una partera. El reloj partió la
esfera del milagro. “Nadie rece”, dijo mi madre, “y quien bese su mano, tendrá
razón si advierte la clonación de este siglo y el pasado, porque en Roma nunca
he estado, ni un César es mi ilusión”.
Yo
sí he saltado los trenes. Amé a Roma sin cadenas, y supe las sordas penas de su
reino en mis vaivenes. Me desnudé, y en sus sienes fui diosa de un rey cautivo.
Calígula pensativo quiso amarme en su venganza… ¡Salté los trenes, mi lanza
clavé en el recuerdo, y vivo!
EN
NUESTRA SECCIÓN CUCALAMBÉ, VEA ÍNTEGRAMENTE ESTOS LIBROS GANADORES DEL PREMIO
IBEROAMERICANO CUCALAMBÉ:
(In)vocación por el paria, de Pedro Péglez González
(2000).
Examen de fe, de José Luis Serrano
(2001).
Otra vez la nave de los locos, de María de las Nieves
Morales (2002).
Cántaro inverso, de Pedro Péglez González
(2004).
Toque de queda, de Carlos Esquivel
(2005).
Atormentado de sentido, de Ronel González (2006).
Bitácora de la tristeza, de Alexander Besú (2007).
Los
Césares perdidos, de Odalys Leyva (2008).
Cicatrices
de sal, de Irelia Pérez Morales (2009).
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